¿Qué son los Smart Contracts?
Blockchain, bitcoin, criptomonedas… seguramente son unos cuantos términos de los que has oído a hablar. Hasta la fecha, se asociaba el Blockchain con las criptomonedas, pero a medida que esta tecnología ha sido desarrollada, nos hemos ido dando cuenta de su potencial, y que puede ser un gran avance por distintos sectores de mercado, como por ejemplo, la creación de contratos. Hablamos de los Smart Contracts o Contratos Inteligentes. Pero, ¿qué son?
Como funciona un Smart Contract
Un Smart Contract es un documento jurídico desarrollado mediante código informático para articular, verificar y ejecutar un acuerdo entre dos partes. Por tanto, los términos y cláusulas de un contrato inteligente se expresan en código informático.
Además, una de las características más atractivas para los usuarios es que se auto-ejecutan solos, sin necesidad de intermediarios. Esto se debe, a que se transfieren partes críticas de la confianza del contrato a software, y se formaliza la relación en código. Por tanto, si uno puede confiar en la auto-ejecución del contrato, no es necesario confiar en que la otra parte cumpla los términos.
Ventajas de los Smart Contracts
Las principales ventajas de los Smart Contracts o Contratos Inteligentes son la rapidez, automatización y predictibilidad pudiendo regular mercados de gran escala. A pesar de que estos documentos son conocidos como contratos inteligentes, en realidad no son ni contratos ni inteligentes, no obstante, sí que es cierto que pueden acoger todos los elementos de un contrato y llegar a “pensar” por sí mismo.
El término Smart Contract engloba muchas cosas, ya que se puede utilizar este término para designar un simple redireccionamiento de un importe desde una cuenta a otra, pero también, es cierto que se puede llegar a construir un contrato inteligente puro, que sea perfectamente legal, en forma y fondo.
A pesar de que el concepto Smart Contract ya empezó a utilizarse a los años 90, no se ha hecho realidad hasta la aparición de la tecnología Blockchain. Una tecnología única puesto que nadie puede manipular el sistema ni volver atrás para sobre-escribir en él. Además, se ha demostrado que el Blockchain también maximiza la transparencia y el anonimato. ¿Cómo es posible? Mediante un identificador alfanumérico único. Es decir, cada usuario tiene acceso a la cadena a través de un código determinado, y cada usuario puede decidir si quiere permanecer anónimo en la transacción o quiere que el otro usuario pueda identificarlo. Un gran atributo que tiene es que las transacciones pueden ser programadas con algoritmos y estos pueden automatizar las transacciones entre usuarios.
Por tanto, un contrato inteligente es capaz de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismo de manera totalmente automática, sin intermediarios ni mediadores. Además, pueden ser creados tanto por personas físicas y/o jurídicas, pero también por máquinas y otros programas que funcionan de manera autónoma. Los Smart Contract tienen validez sin la necesidad de depender de autoridades, debido al uso de la tecnología Blockchain. También es importante remarcar que, al estar distribuido por miles de ordenadores, se evita que alguien lo custodie y elimina burocracia.
Si quieres saber más sobre los Smart Contracts, te interesará el curso Smart Contracts: Qué son y qué futuras aplicaciones tienen